Calibrador de buses muere arrollado

8 de febrero de 2019
De Sergio solo quedó su frío cuerpo inerte, la libreta que usaba para anotar la frecuencia de los buses que calibraba y una decena de monedas que había recolectado a lo largo de la mañana por su trabajo. En la mano derecha, aún muerto, empuñaba el esfero que usaba para tomar sus apuntes. Muy cerca a su cadáver estaba el bus del SITP que lo había impactado después de ser arrollado por una motocicleta, a eso de las 11 a. m. de este jueves. La causa de este siniestro vial no es otra que una imprudencia al volante de un motociclista, quien aún teniendo en cuenta que ayer era el Día sin Carro y sin Moto, circulaba por la capital infringiendo la norma. A la imprudencia del conductor de vehículo de dos ruedas se suma el hecho de que la víctima intentó cruzar la concurrida vía por un paso no permitido. La cadena de errores, que acabó cuando el motorizado huyó de la escena, tuvo un resultado devastador, y ahora solo queda sepultar a Sergio y esperar que el responsable dé la cara ante la ley. “Si uno sabe que cometió un error, tiene que responder. Si el motociclista arrolló al hombre, no entiendo por qué no se detuvo, le prestó los primeros auxilios, o por lo menos se quedó en la escena para dar la cara y ofrecer su versión de los hechos”, afirmó un transeúnte que presenció todo el accidente. Fin del calibrador. De domingo a domingo, entre las 5 a. m. y las 7 p. m., el venezolano Sergio llegaba al barrio Boyacá (localidad de Engativá) para ubicarse en el semáforo de la calle 72 con carrera 75, en donde calibraba las rutas de los buses tradicionales que transitan por allí. Entérate de la nota completa en nuestra edición impresa.

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